Catar, anfitrión del último Mundial, aún mantiene posibilidades de clasificación, aunque su margen de error es mínimo. Enfrente tendrá a una selección de Irán que llega en plena forma y con el objetivo muy cerca: con solo un empate este jueves, sellaría su billete para la fase final del torneo.
La selección catarí ha sufrido tres derrotas muy duras en sus últimos cinco encuentros de clasificación: 1-4 ante Irán, 0-5 contra Emiratos Árabes Unidos y 1-3 frente a Kirguistán, encajando 12 goles en esos tres partidos. En total, 21 goles en contra, el peor registro de su grupo. Junio marcará el debut de Julen Lopetegui como seleccionador, tras su llegada en mayo. Aunque Almoez Ali ha destacado en ataque (5 goles y 1 asistencia), el equipo se muestra frágil en defensa, y la presión es máxima.
El equipo dirigido por Amir Ghalenoei ha sido uno de los más sólidos del continente. En 8 partidos ha perdido solo 4 puntos, y sus estrellas están respondiendo con creces: Mehdi Taremi y Sardar Azmoun (4 goles y 3 asistencias cada uno), junto con Mohebi (4 goles), lideran el ataque iraní. La selección persa destaca por su equilibrio en todas las líneas y su capacidad para jugar con inteligencia táctica. Incluso con un empate, Irán sellará su pase al Mundial.
En octubre, Irán goleó 4-1 a Catar en Teherán, marcando tres goles en la segunda mitad. A pesar del estreno de Lopetegui, es difícil imaginar que Catar pueda revertir su dinámica defensiva ante un equipo tan completo como Irán. Los visitantes tienen recursos, experiencia y calidad para puntuar sin arriesgar demasiado.